domingo, 2 de enero de 2011

Cicatrices del alma

“Un total de 23 mujeres fueron asesinadas en la provincia de Santiago en los primeros nueve meses del año pasado; mientras que 900 denuncias de agresiones al mes son recibidas en la Fiscalía de la jurisdicción de Santiago de los Caballeros, según reporte de la institución judicial”.

El Nuevo Diario Digital

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Cicatrices del alma...

“Ese día él llegó hecho una fiera, sin yo saber por qué me amarró y me dejó ahí, atada... nunca en mi vida yo había sentido tanto miedo, yo pensé que volvería con un cuchillo o algo así, porque siempre hablaba de muerte, todo mi entorno se me puso negro...”

Con los ojos arrasados de lágrimas y las manos crispadas en actitud de protección, Martha recuerda lo que considera los peores momentos de su vida.

Con 15 años recién cumplidos, creyó vivir el sueño de cualquier adolescente: había encontrado el amor de su vida. Pero este maravilloso ensueño estalló cual una frágil burbuja de jabón, cuando al empezar a tener relaciones sexuales con su pareja y quedar embarazada, su compañero seis años mayor que ella, cambió su comportamiento y empezó lo que describe como “un Jesucristo a pie”.

“A mediados del embarazo empezaron unos celos enfermizos, hasta que un día me golpeó, pero después me pidió perdón y fue una reconciliación bonita, después siguieron las agresiones, pero me daba vergüenza decir que me golpeaba, es humillante decir me golpea, no es fácil, no es cómodo”

La mayor de tres hijos, siempre se sentía que no encajaba en ningún ambiente, siendo el punto determinante de su personalidad que “yo no me quedaba con golpe de nadie, era una gallita”, hasta que se sintió increíblemente comprendida por un encantador joven, “empezó a frecuentar los mismos ambientes que yo y casi no lo podía creer, yo hablaba con él de todo y parecía que era perfecto, nos reíamos y me entendía como nadie”.

Aunque ya han pasado varios años y Martha ha re-encaminado su vida, los recuerdos regresan como torrentes en los momentos más inesperados, “cuando yo veo a una persona maltratando a una mujer o a una niña, me sube una rabia que me pongo ciega, lo que quiero es brincarle y hacerle daño yo”, señala, mostrando en su expresión toda la furia de la violencia sufrida.

Alejada emocional y geográficamente de su familia en aquel momento y con una criatura en brazos, la violencia física y emocional alcanzó grados cada vez mayores, con amenazas de hacerle daño a la criatura: “como eso era lo más importante para mi, me decía que si nos íbamos de la casa se robaría a la niña, que le haría una brujería que la mataría siete días después, que yo me enfermaría sin darme cuenta...”

“Los golpes, ya los superé, pero todavía a veces pienso en sus amenazas, porque la violencia física, si tu no ves esa persona y nadie te la recuerda, no te van a temblar las piernas, pero las amenazas es otra cosa, eso es en tu mente, y ¿quien puede desprenderse de su mente?”. Recordando esos momentos, su mirada se nota ausente, la inocencia de la niñez y la adolescencia ha dado paso a experiencias desgarradoras, que la han hecho madurar con mucha prisa.

“Creo que en todo una aprende algo, porque yo se ahora que las cosas no siempre son como yo digo, y por eso busco la opinión de otras personas que pueden tener las ideas más claras que yo”, afirma en tono humilde esta joven madre, que ahora espera la llegada de su segundo hijo con un nuevo compañero que le ha enseñado a confiar y creer en el futuro.
Hablando en tercera persona, cuenta que hizo un curso de enfermería donde se graduó con notas sobresalientes y que se ha matriculado para alcanzar su mayor sueño: ser doctora. “La Martha del futuro pretende tener un trabajo donde pueda tener ingresos para costearse sus gastos, pagar ella misma su universidad, formar una familia... estoy contenta con mi vida ahora”.

“A las jóvenes, ¿qué les puedo decir de cómo salir si están en una situación así?, yo no se, solo puedo decirles que busquen dentro, esa fuerza que una siempre tiene, pero que el miedo hace que la escondamos, y ojalá encuentren ayuda”.

1 comentario:

  1. Conmovedora historia.Realmente la violencia es tan desgarradora que deja huellas muy profundas en la vida de las mujeres, niños y niñas que sobreviven a ella.
    Felicito a Martha por ser tan valiente y atreverse a contar su historia para que otras mujeres que viven igual o peor situación se atrevan a dar el primer paso, consistente en denunciar al agresor y buscar ayuda. En el ciclo de la violencia la mujer suele confundirse en una supuesta reconciliación, pero lo que realmente ocurre es un agravamiento en la situación y es cuando la mujer corre mayor peligro.

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