domingo, 10 de octubre de 2010

Las cartas nunca enviadas de Nelson Mandela


Las cartas escritas por el ex presidente sudafricano Nelson Mandela durante su largo encarcelamiento acaban de ser publicadas.
Las misivas revelan su impotencia y sufrimiento por no poder proteger a su familia del acoso del gobierno sudafricano durante los 27 años que pasó en prisión a causa de su lucha contra el apartheid, el régimen de segregación racial de Sudáfrica.
"Siento que me ahogo en mi propia bilis", le confesó en una de ellas a su entonces esposa, Winnie, luego de pasar 18 meses en confinamiento solitario.
Y en una carta a sus hijos les advierte: "Puede que tengan que vivir como huérfanos por mucho tiempo".
Muchas de las cartas fueron copiadas por Mandela en cuadernos de ejercicios que le fueron confiscados luego por las autoridades.
Uno de sus captores se los devolvió en 2004 y, el martes, saldrán a la venta fragmentos de las misivas en el Reino Unido en forma de libro, bajo el título "Conversaciones conmigo mismo".
Familia unida
La correspondencia refleja las luchas de un padre que trata de mantener a su familia unida en la adversidad.
"Ahora no van a tener fiestas de cumpleaños ni de Navidad, tampoco regalos o vestidos nuevos, zapatos o juguetes", les escribió en junio de 1969 a sus hijas Zeni y Zindzi, de 9 y 10 años respectivamente, en un momento en que tanto él como su esposa estaban en la cárcel.
El mismo año no se le permitió asistir al funeral del mayor de los dos hijos de su primer matrimonio, Thembi, quien murió en un accidente automovilístico a los 24 años de edad.
"Cuando me avisaron de la muerte de mi hijo me estremecí de pies a cabeza", se lee en un fragmento de la nunca enviada correspondencia.
Y una carta para Winnie Mandela, escrita en Agosto de 1970, da testimonio de su furia ante los sufrimientos de su familia.
"Siento que me ahogo en mi propia bilis; cada parte de mí, mi carne, mi sangre, mis huesos y alma están empapados en bilis. Así de amargado estoy por mi incapacidad de ayudarlos en las difíciles pruebas por las que están pasando".
Relación tensa
Las cartas también documentan la evolución de su relación con Winnie.
En 1976, escribió que su principal problema era "dormirme sin ti a mi lado y despertarme sin que estés junto a mí, que el día pase sin haberte podido ver".
Los fragmentos de cartas también documentan una relación tensa y cambiante con su esposa Winnie.
En esa época, ella estaba siendo promovida por el Congreso Nacional Africano como un símbolo de la lucha contra el apartheid.
Pero ya para mitad de la década de 1980, las acciones de Winnie eran cada vez más controvertidas y la relación parece haber empezado a tensarse.
En 1987, le escribió a un amigo contándole de la furiosa respuesta de su esposa cuando había comentado lo bien que estaban creciendo las hijas de ambos.
"Ella me recordó: ‘Fui yo, no tú, quien educó a esas niñas que ahora tu prefieres a mí’. Me quedé sorprendido".
Winnie aún estaba a su lado cuando fue liberado en 1990, pero se separaron en 1992 y se divorciaron cuatro años después.
Además de cartas, el libro también contiene fragmentos de diarios y transcripciones de grabaciones privadas de quien fuera presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1999.
En uno de los fragmentos, es evidente que el premio Nobel de la Paz de 1993 no se siente completamente cómodo con la reputación internacional adquirida durante su tiempo en la cárcel.
"Me preocupa profundamente la falsa imagen que sin querer estoy proyectando al mundo exterior, que me vean como un santo".
"Nunca fui un santo, ni siquiera en la definición original de santo que es la de un pecador que sigue intentando".

Tomado de BBCMundo

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/10/101010_cartas_ineditas_mandela_aw.shtml

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