Este término se refiere a la
“sobreabundancia de información, alguna rigurosa y otra falsa, que se difunde
sobre un tema”, indica Fundéu.
El 18 de febrero, la OMS
muestra preocupación por la infodemia relacionada con el Coronavirus y el
director general de la misma, Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus, señala que la evolución del brote (aún no se
había declarado pandemia) dependería de que se haga llegar la información
correcta a la gente que la necesita, según indica una publicación
de El País.
Y es que a la misma velocidad
que se expande el virus, corren las informaciones falsas que “obstaculiza las
medidas de contención del brote, propaga pánico y confusión de forma
innecesaria y genera división” dice el periódico español El País.
En
España, país que actualmente vive una profunda crisis por el COVID-19, se ha
creado el grupo de investigación “ScienceFlows de la Universitat de València,
que trabaja en la comprensión pública, la percepción social y la divulgación de
la ciencia” que tiene en curso un estudio sobre las características de los bulos
relacionados con el COVID-19
que llegan a través de la aplicación de mensajería WhastApp.
El periódico
Público, también de España, hace una recopilación breve de posibles
acciones para identificar y detener una información falsa, entre las que están
identificar la fuente; no reenviar de manera automática; tener actitud crítica
y saber que las pseudoterapias y curas milagrosas no son la solución. También ofrece unos números de denuncia, que
lamentablemente en nuestro país aún no tenemos, sin embargo, sus
recomendaciones son válidas para cualquier país o persona que no desee ser
parte de la infodemia.
A República Dominicana llegó
el Coronavirus precedido de una gran cantidad de bulos, que mezclados con nuestro
folklor han enriquecido la infodemia. Audios
donde supuestos científicos ofrecen soluciones domésticas prácticamente
milagrosas, uso de logos y el nombre de instituciones para lograr falsa
credibilidad, audios y vídeos sacados de contexto, audios de autoridades
locales ofreciendo datos que parecen confiables, en fin, se trata de un ataque
masivo, casi siempre con fines lucrativos donde cada de nosotros podemos ser la
víctima.
También, quizás como escape a
la tensión, surgen chistes, montajes, memes, ridiculizaciones que se ríen y ponen
en duda lo terrible de la pandemia.
Las más recientes
informaciones falsas divulgadas en el ambiente local, se refieren a un audio
que se le atribuyó al director médico de CEDIMAT, sobre un supuesto pico del
COVID-19 en el país y el más nuevo, donde se informa sobre la muerte del doctor
Jiminian, ambos fueron desmentidos por medios de comunicación confiables.
En nuestro país tenemos una
crisis de salud, que toca todos los aspectos de nuestra vida como pueblo, como
sociedad, como familia y como individuo y está en nuestras manos por lo menos
mantener la cordura y tratar de salir fortalecidos\as de esta situación. Verifiquemos la veracidad de las
informaciones, antes de divulgarlas.
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